Al pequeño David le encantaba dibujar y mirar el mundo a su manera única. Siempre supo cuál sería su camino en la vida: era un artista. Desde el Gran Cañón hasta las colinas de Yorkshire, su hogar, David pintó paisajes fantásticos, incluido uno compuesto por 50 lienzos todos cosidos. Hasta el día de hoy, David está ansioso por compartir su colorido trabajo y a él mismo con el mundo entero. Presenta ilustraciones elegantes y extravagantes y datos adicionales en la parte posterior, incluida una cronología biográfica con fotografías históricas.